La Gran Nube Smith viaja a 150 km por segundo en dirección a nuestra galaxia. Posee un campo magnético de fuerza interno que la mantiene intacta.
La Nube Smith formada de hidrógeno se dirige hacia la Vía Láctea. El campo magnético de fuerza en su interior ha permitido que esta permanezca intacta, evitando su desintegración al chocan con los discos de las galaxias
A través de un telescopio, los astrónomos Karl G. Jansky Very Large Array de la Fundación Nacional de Ciencia y el Robert C. Byrd Green Bank Telescope (GBT) han descubierto el campo magnético en el interior de la Nube Smith que podría protegerla cuando choque con nuestra galaxia. Se estima que esto ocurra dentro de unos 30 millones de años.

"La atmósfera galáctica provoca que estas nubes de hidrógeno alcancen temperaturas superiores al millón de grados, lo que debería destruirlas antes de que llegaran al disco, donde se forman la mayoría de las estrellas. Pero no es así", comenta Alex Hill, astrónomo de la Comunidad Científica de Australia y de la Organización de Investigación Industrial (CSIRO ) y principal autor de un artículo publicado en la revista Astrophysical Journal sobre este tema. "Las nuevas observaciones revelan a una de estas nubes en el proceso de ser destrozada, pero unos escudos de protección generados por el campo magnético de la nube pueden ayudarla a sobrevivir en su camino galáctico".[*]
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