Sumergirse entre en la líneas de la exquisita poesía épica de Homero resulta fácil para los amantes de la literatura e historia griega. Lo difícil, es distinguir entre la realidad y la ficción existente en cada canto épico.
Homero, no solo narró en su poesía la historia de la Guerra de Troya desencadenada por el rapto de Helena de Esparta, el autor también describió a cabalidad la antigua ciudad de Troya. Esta descripción fue la que llevó al arqueólogo Heinrich Schliemann a ocupar veinte años de su vida en la búsqueda de la mítica ciudad.
Schliemann, emprendió en 1870 la búsqueda de Troya ante la mirada incrédula de sus colegas que se encontraban escépticos ante la existencia de la ciudad homérica. Veinte años después sus sorprendentes descubrimientos le harían poseedor de fama, reconocimiento y prestigio mundial.

El arqueólogo basó su investigación en la teoría de John Martin Cripps y Edward Daniel quienes motivados por las inscripciones halladas a lo largo de la historia, presumían que la legendaria ciudad se encontraba en la colina de Hisarlik, ubicada a 4,5 km de la entrada de los Dardanelos.
Troya, también conocida como Ilion (posiblemente el origen del nombre de la Ilíada) se ubica al noreste de la Península de Anatolia, específicamente en la colina de Hissarlik en Turquía. El nombre de Hissarlik significa “lugar de fortalezas” y se encuentra a unos 6,5 km del mar Egeo.
El arqueólogo Heinrich Schliemann después de varios intentos fallidos, inició las excavaciones en este sitio en el año 1870. Fue el 14 de junio de 1873, cuando Schliemann logró divisar entre los escombros el tesoro del rey de los troyanos, Príamo. En el lugar se hallaron copas, puntas de lanzas, pendientes, anillos y demás riquezas que se actualmente se encuentran en el Museo Pushkin de Moscú.

En lo concerniente al Tesoro de Príamo, Schliemann informó:
"Al profundizar en la excavación de este muro, directamente por el lado del palacio del rey Príamo, encontré un gran objeto de cobre grande, con una forma extraordinaria, que atrajo mi atención, sobre todo porque vi oro detrás de él...Para retirar los tesoros de la codicia de mis trabajadores, y salvarlo para la arqueología... Declaré inmediatamente un «paidos» (descanso para almorzar)... Mientras los hombres estaban comiendo y descansando, extraje el tesoro con un gran cuchillo... No habría podido, sin embargo, retirar el tesoro sin la ayuda de mi querida esposa, quien envolvió en su chal los objetos que yo había separado y se los llevó de allí".
Cabe destacar, que posteriormente se demostró que Sophia Engastromenos, esposa de Schliemann, se encontraba en Atenas al momento del descubrimiento.

Las nueve Troyas
Durante la exploración se desenterraron diversas ciudades construidas una sobre otra. En total fueron descubiertas nueve Troyas:
- Troya I: data del 3000 a.C., fue el primer asentamiento en el lugar, contaba con una muralla construida con piedras pequeñas y pizarra.
- Troya II: fue una fortaleza creada en el siglo II a.C. Estaba compuesta por resistentes terraplenes de defensa, un palacio y casas.
- Troya III, IV y V: construidas entre el 2300 y el 2000 a.C. Eran villas fabricadas consecutivamente sobre las ruinas de Troya II.
- (*)Troya VI: fue una fortaleza que data de los años 1900 al 1300 a.C. Era mucho más extensa que sus antecesoras y poseía enormes murallas, torres, puertas y casas. (*)Considerada la Troya homérica.
- Troya VII (a): fue la reconstrucción de Troya VI, después de que la ciudad fuera devastada por un terremoto.
- Troya VII (b) y VIII: con una data de 1100 a.C. hasta el siglo I a.C., eran un conjunto de villas griegas, con casas sencillas fabricadas con piedra.
- Troya IX: también llamada Nueva Ilión, existió desde el siglo I a.C. hasta aproximadamente el 500 d.C. Poseía un templo dedicado a la diosa Atenea, edificios públicos y un gran anfiteatro.

Aspectos narrados por el autor concuerdan con la realidad, como lo son: el viento que fluye fuertemente entre las hierbas y que no sucede en ningún otro lugar de la zona; las encimas achaparradas y la playa relatada por el poeta, donde los griegos atracaron sus embarcaciones, la cual se encuentra unos 15 kilómetros más alejada que en la antigüedad.

Por su parte, la Unesco en 1998 declaró el sitio como Patrimonio de la Humanidad, afirmando que:
“Tiene una inmensa importancia para el entendimiento de la evolución de la civilización europea en un estado básico de sus primeras etapas. Es, además, de una excepcional importancia cultural por la profunda influencia de la Ilíada de Homero en las artes creativas durante más de dos milenios”.
La famosa ciudad de Troya dejó de ser una leyenda literaria para convertirse en un capítulo más de la historia universal, gracias a la iniciativa de hombres como Homero y Schliemann que le brindaron al mundo la oportunidad de conocer un poco más sobre la antigüedad. Ahora todos podemos disfrutar y sentirnos parte de la gran epopeya de La Ilíada.