John Kerry, secretario de Estado de EE. UU aseveró hoy que su Gobierno se reserva la opción de imponer sanciones a Venezuela o invocar la Carta Democrática Interamericana de la OEA, sin embargo Kerry confía en que otros países del continente puedan influir para que el diálogo avance en ese país.
"Por eso nuestra esperanza está en que los esfuerzos de los países vecinos, que están profundamente preocupados, tengan la capacidad de alentar el diálogo necesario para avanzar el país", sin que Estados Unidos tenga que recurrir a sanciones u otras medidas, agregó.

El jefe de la diplomacia estadounidense señalo que el Gobierno de Barack Obama ha estado "en contacto con países vecinos" de Venezuela para tratar de encontrar formas de apoyar al país en un diálogo que rebaje las tensiones que vive desde que comenzaron las protestas de la oposición el 12 de febrero pasado. Debido a que el Gobierno de Venezuela "no escucha particularmente" las recomendaciones de EEUU de impulsar un diálogo con la mediación de un tercero, Washington confía en que "la presión de otros en el continente pueda ser de ayuda", indicó Kerry.
"Creemos que es hora de que la OEA y los países de la región asuman un papel más activo" ante la situación en Venezuela, y que insten al Gobierno de Nicolás Maduro a "dejar de demonizar a sus opositores y avanzar hacia un diálogo significativo con la oposición", añadió.
El Consejo Permanente de la OEA analizó la situación en Venezuela en dos sesiones extraordinarias el jueves y el viernes, pero finalmente descartó las opciones más rotundas, apoyadas por EEUU, de convocar a los cancilleres del continente o decidir el envío de una misión observadora a Venezuela.