El deterioro y contaminación de la cuenca hidrográfica más importante del occidente de Venezuela, el Lago de Maracaibo, en el Zulia, está vinculada con el inicio de la explotación petrolera de principios del siglo XX.
(El presente artículo es una cita, crédito al final)
Esta tesis la argumenta el presidente del Instituto para el Control y la Conservación del Lago de Maracaibo (Iclam), Jorge Pedroza, quien se vale de los registros históricos recientes, de estudios de la Universidad de Los Andes y de los documentos del organismo que dirige para señalar varias causas que permitieron el actual deterioro.
En primer lugar, la actividad industrial petrolera del siglo XX, que no midió el impacto ambiental; la deforestación de los bosques que forman parte de la cuenca (Táchira, Trujillo, Mérida, Falcón, Lara y Zulia); y la actividad industrial no petrolera asentada en los márgenes del Lago. El agua era usada por las comunidades de manera directa desde la Colonia hasta inicios del siglo XX. “Era una fuente de agua dulce que las poblaciones utilizaban para el consumo. Los registros de la Colonia afirmaban que la cuenca tenía agua dulce desde el sur hasta el norte”, relata Pedroza.

UN CANAL HECHO A CONVENIENCIA DE EEUU
El proceso de transformación del Lago comenzó en 1926, cuando los habitantes de Lagunillas (Costa Oriental del Lago) denunciaron que no podían beber agua del espejo lacustre porque habían descubierto una capa aceitosa en las orillas de las playas.

"Para 1926 –refiere Pedroza- la Universidad de Los Andes realizó un estudio a partir del reclamo de los habitantes de Lagunillas al prefecto del distrito Bolívar, porque no podían recoger agua del Lago para beber por la mancha aceitosa que había aparecido".
Con el canal de navegación que se le hizo al Lago en 1935 comenzó la hecatombe. Pedroza afirma que, antes de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos aseguró la principal fuente de combustibles en toda América: la que yacía en el Lago de Maracaibo.
"Antes de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos aseguró la principal fuente de combustibles en toda América: la que yacía en el Lago de Maracaibo".
"Los estadounidenses necesitaban garantizar los recursos petroleros para participar en la guerra y realizaron la primera canalización del Lago en 1935; a partir de entonces se profundiza el proceso de salinización y deterioro, porque el agua salada del Golfo de Venezuela comienza a penetrar y cambiar su composición biológica", detalla.
En la actualidad hay en el Lago más de 8.000 pozos petroleros y 40.000 kilómetros de tuberías. "Estados Unidos edificó una industria petrolera para asegurar su suministro; toda la infraestructura que existe responde a la necesidad de aquella industria que no tomó en cuenta el impacto ambiental".
Los registros y documentos del Iclam confirman que después de 1935 comenzó un proceso continuo de trasformaciones. Para 1932 existía una división natural –una especie de muro- entre el Golfo de Venezuela y el Lago de Maracaibo, que se perdió con la canalización: “Hoy, el canal tiene una profundidad de 14 metros”, agrega Pedroza.
AUMENTÓ LA SALINIZACIÓN
La salinización del Lago de Maracaibo aumentó después de la apertura del canal de navegación. En 1953, el canal se profundizó y ensanchó, por lo que se incrementó la cantidad de agua salada que entra al reservorio, como lo reseña Gilberto Rodríguez en un artículo escrito para Interciencia.
En el fondo del Lago -zona central- se van acumulando los nutrientes (nitrógeno y fósforo) con la sal, así como virus, tóxicos y bacterias que llegan con la descarga de aguas servidas de Maracaibo, San Francisco, Costa Oriental del Lago; y también, del Norte de Santander (Colombia).
En detalle, los agroquímicos que producen las actividades agropecuarias e industriales llegan al Lago a través de 132 ríos, como sustenta el Iclam.
"Hay zonas en lo profundo del Lago que están muertas por los nutrientes que llegan de los ríos, producto de la deforestación; el oxígeno no puede circular y la reproducción de los peces se ve limitada, porque la salinización ha aumentado", observa Pedroza.
NACIONALIZACIÓN PETROLERA
Con la nacionalización de la industria petrolera, en el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez (década de 1970), no obligaron a las transnacionales a indemnizar al Estado por el daño ecológico que le habían hecho al Lago. "Nadie reclamó nada y la misma gerencia de la trasnacionales continuó manejando la industria hasta 2002, y se mantuvo el mismo patrón de explotación hasta 2003", puntualiza Jorge Pedroza.
Con el sabotaje petrolero de diciembre de 2002 (ejecutado por trabajadores de la Pdvsa, la cúpula empresarial y la cúpula sindical) se le hizo otro daño al Lago. Los gerentes que se plegaron al chantaje petrolero desprotegieron las instalaciones de la industria durante 63 días. "Desaparecieron información sobre el manejo y control de estos sistemas y con ello le hicieron un gran daño a la nación y al Lago, durante 63 días continuos y esa daño es irreversible", subraya.
Al Estado venezolano le ha tocado restablecer el control de la infraestructura que existe en el espejo lacustre. No es fortuito –concluye Pedroza- "que hoy exista otro saboteo de los sistemas eléctricos".
RESPONSABLES DE LOS VERTIDOS
Para el coordinador de la organización no gubernamental Equipo de Formación, Información y Publicaciones, Julio Fermín, es necesario y urgente erradicar el cinturón industrial que ha aniquilado la vida útil del Lago de Maracaibo.
Lo que contamina las fuentes hidrográficas que llegan al Lago, continúa Fermín, es la actividad agroindustrial de todas las regiones que forman parte del sistema de la cuenca. "Las industrias que se apropiaron de las costas y las cuencas nunca han sido responsables del impacto de sus actividades, porque para ellas es más importante producir que prevenir; no tratan los residuos que generan", añade.
Con la modificación de la Ley de Residuos Sólidos, asegura Fermín, el Estado venezolano obligará a pagar a toda aquella empresa que contamine. "Las industrias deben hacerse responsables no sólo de lo que vierten en la cuenca, sino de los productos elaborados".
Este interesante artículo sobre en desgaste que la industria ha causado sobre el Lago de Maracaibo fue publicado por el Correo del Orinoco, con crédito a T y F/ Miguel Prieto.
Decidí publicarlo debido a lo interesante que parece el tema, sin embargo, debo acotar que la responsabilidad de los daños ecológicos causados al Lago de Maracaibo no yacen exclusivamente en la actividad agroindustrial o en las transnacionales petroleras que operan o han operado en nuestro país, ya que el estado venezolano siempre ha tenido y ahora más que nunca permanece teniendo, voz y voto en la actividad petrolera.
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