Franz Kafka fue un escritor oriundo de Praga, sus novelas y libros son calificados como una de las obras más influyentes de la literatura universal. Kafka falleció a los 40 años tras sufrir varios episodios de tuberculosis.

Franz Kafka nació un 3 de julio de 1883 en Praga, criado en el seno de una familia de comerciantes judíos, fue el mayor de seis hijos y tuvo que presenciar la muerte de los cinco menores (tres de estos fallecidos por el holocausto nazi), de manera tal que las prohibiciones, amoríos, traumas y desaciertos de su vida, marcan rotundamente la narrativa de sus obras. El escritor checo aunque se graduó en derecho (por obligación paterna), su vocación de corazón siempre fue la literatura. Entre sus novelas, las más destacadas son La Metamorfosis, El Castillo y El Proceso; en muchas universidades consideran importante el estudio de las obras kafkianas por su carácter psicológico, metafísico, irónico y lúcido.
Prácticamente las obras que han llegado a nosotros hoy en día, están aquí en contra de su voluntad, la historia relata que él mismo le ordenó a su amigo y consejero Max Brod que destruyera sus obras al momentos de su muerte, pero gracias a Dios y para fortuna de los amantes de la literatura, su querido amigo no cumplió su último deseo; muchos de sus trabajos (desplegados en cuadernos y cartas) fueron guardados por su gran amor Dora Dymant, a su vez estos fueron confiscados tiempo después por la GESTAPO (Geheime Staatspolizei: 'Policía Secreta del Estado').
Kafka, aparte del checo, manejaba el francés y el alemán, este último idioma fue en el que desarrolló gran parte de sus obras. Autores como Nietzsche, Darwin, Haeckel y Rushdie sirvieron de inspiración al praguense. Muchos han etiquetado sus obras dentro de los movimientos artísticos existencialismo (del que fue precursor) y expresionismo, unas que otras hazañas las consideran parte del realismo mágico.
Muchas de sus obras -sobre todo La Metamorfosis- han sido llevadas al cine y al teatro, tratando de interpretar las frustradas y confusas líneas del autor, la fantasía y lo místico reflejado en todas ellas, que a su vez se convierten en una realidad un poco distorsionada.
Franz Kafka murió en junio de 1924, tras haber dejado (sin saberlo) un gran legado, no solo a la literatura a nivel mundial, sino también a la imaginación de cientos de artistas a lo largo de estos años.

