Las características que distinguían a los líderes de antes, no son las mismas que las de ahora, hoy en día un líder debe saber escuchar antes de hablar, conocer más perfectamente al grupo de lidera y cumplir las expectativas y necesidades colectivas ante las suyas.

Primordial en un líder es la capacidad de comunicación, debe ser no solo un excelente orador, sino alguien eficiente a la hora de escuchar y velar por las necesidades de su grupo, asimismo debe ser capaz de crear una confianza sólida en sus seguidores e influenciarlos con tus pensamientos y conocimientos.

Si quieres ser un líder, debes tomar en cuenta que antes de demostrar que eres bueno para algo, debes mostrar por medio de tu conducta lo buena persona que eres, en general las personas no siguen a un líder por sus palabras, también lo hacen por los hechos; los buenos lideres saben cuando callar y actuar.
El buen liderazgo se alimenta del bienestar colectivo, alcanza las metas en común y avanza hacia otras nuevas. Antes de persuadir a un grupo selecto sobre lo capaz que puedes ser a la hora de guiarlos a las metas que deseen, debes educarlos, hacerlos entender qué es lo mejor para ellos y por qué, la idea es crecer juntos como humanos.
Cabe destacar que un buen líder no nace de la noche a la mañana y mucho menos se reconoce de esta manera, un líder trabaja arduamente y espera en silencio a que la sociedad lo catalogue como tal, de igual manera un buen líder da lugar a que nuevas generaciones se hagan cargo de lo que este una vez fue, da paso a nuevas ideas y apoya al que lo necesita.