Síguenos

FacebookTwitter

El poder de jugar en los niños

Jugar no solo es el momento de recreación, es un momento importante de la socialización. A través del juego con otros, los niños, aprenden y desarrollan pautas de interacción, acceden a los códigos comunes de su comodidad.

Jugar es saludable.
Los psicólogos coinciden que los juegos son saludables y resaltan que es un signo que evidencia el estado de ánimo del niño y si esta bajo condiciones de estrés o sufrimiento psíquico, no implica que siempre que el niño juega sea feliz, pero si implica que al menos tiene una forma de manifestarse.

Fomentar la importancia del juego en los padres mejora el desarrollo de la personalidad del niño. Del juego depende su desarrollo físico, emocional y espiritual, porque aprenden a compartir, respetar, conocer, socializar, tolerar, conocer límites, asimilar la realidad y soñar. Los especialistas coinciden en que los niños aprenden mas jugando que trabajando, por que se expresan y aprenden mediante actividades de ejercitación y placer.

Es importante que los padres y madres se incorporen a los juegos de sus hijos y dejar que se expresen ampliamente habiendo que participe lo que piense sienta y hace.

Para estimular el juego debe:

Mostar una actitud alegre y cariñosa.

Darle cosas que pueda manipular.

No darles juguetes muy pequeños o quebradizos.

No burlarse, ignorarle o regañarle.

Juagar con ellos para enseñarle como hacerlo.

No interferir durante las discusiones o pleitos que surjan.

Estimula y valora toda actividad espontanea de un niño.

Corregir con respeto.

Cumplir lo que se propone.

Investiga genera nuevas ideas, se desarrolla su mente y se plantea nuevos proyectos.

Los sentimientos no son propiedad de un sexo. Niños y niñas pueden reir, llorar, amar y enojarse; se les debe permitir expresarlo.

Estimula la actividad espontanea de un niño.