Sebastián Francisco de Miranda, el "Libertador de Libertadores", el "Americano Universal", el "Generalísimo", son muchos los títulos ganados por este ilustre venezolano, prócer y precursor de la independencia del continente americano.

Sebastián Francisco de Miranda Rodríguez (conocido como Francisco de Miranda) nació el 28 de marzo de 1750 en Caracas (para entonces parte de la Capitanía General de Venezuela), hijo del comerciante canario Don Sebastián de Miranda Ravelo y la caraqueña Francisca Antonia Rodríguez; siendo el primogénito de los diez hijos del matrimonio.
Para mediados del siglo XVIII Caracas era una ciudad pequeña, modesta y tranquila con tan solo unos veinticinco mil habitantes aproximadamente. Sus pobladores eran clasificados según su color, origen y dinero; los más ricos eran los blancos peninsulares, blancos canarios y blancos criollos; los menos favorecidos eran los pardos, negros libres o manumisos, negros esclavos (juntos pardos y negros, hacían mayoría), negros cimarrones; indios tributarios, indios no tributarios y población indígena marginal.
Don Sebastián Miranda era un blanco canario, se dedicó al comercio de lienzos, poseía varias casas y locales entre estos una panadería, por su parte Francisca Antonia Rodríguez era una blanca criolla de padres españoles.
Era muy habitual para entonces que los hijos de los blancos no trabajaran por considerarlo "deshonroso", éstos debían dedicarse a una de las cuatro profesiones existentes: militar, religioso, jurídico o burócrata.
Es muy poco lo que se conoce sobre la infancia de Francisco de Miranda, quien a los doce años se matriculó en la Universidad para cursar sus estudios de bachillerato en Artes, donde recibió clases de latín, retórica latina, matemáticas, geografía, lógica, física, el tratado de Anima, y metafísica, siempre según Aristóteles.
Estudios
Miranda mostró gratitud para con la Universidad. En sus dos testamentos (1805-1810) en los cuales escribió esta cláusula:
"A la Universidad de Caracas se enviarán en mi nombre los libros clásicos griegos de mi biblioteca, en señal de agradecimiento y respeto por los sabios principios de literatura y de moral cristiana con que alimentaron mi juventud y con cuyos sólidos fundamentos he podido sucesivamente vencer los graves riesgos y peligros en medio de los cuales me ha colocado el destino".
Mientras el joven Francisco con 17 años de edad continuaba con sus estudios, su padre Don Sebastián fue nombrado Capitán de una de las Compañías del Batallón Blancos Criollos, por lo cual los blancos mantuanos se sintieron ofendidos ya que ellos veían a los blancos canarios con recelo, en forma humillante obligaron a Don Sebastián a vender su negocio, decayendo así la economía de la familia Miranda-Rodríguez.
Después de múltiples intentos por desacreditar a Don Sebastián, éste logra limpiar su nombre. Por lo cual, el Rey reconoció la pureza de la sangre del padre del futuro prócer independentista.
El 25 de enero de 1771 Francisco de Miranda se embarcó desde el puerto de La Guaira rumbo a España para iniciarse en la carrera militar.

6 comentarios
DE NADA