En 1878, fue elegido presidente de la República, cargo que ocupó hasta 1879.

José Gregorio Cedeño nació en 1830 en Valencia. Fue un notable m">ilitar venezolano y caudillo, líder de la llamada Revolución Reivindicadora, de joven dedicado a negocios y a la carpintería, lo cual le permitió crear una modesta fortuna. Participó en la batalla de Turmero en contra de la revolución de los “azules”, liderada por José Tadeo Monagas. Participa también en la batalla de San Casimiro y se enfrenta al alzamiento militar de José Ignacio Pulido, entre otras acciones bélicas.
La asamblea constituyente se unió y eligió primer designado a la presidencia de la República al alcantarista Jose Gregorio Valera y como segundo designado, a Cedeño; pero éste se negó a ir a Caracas para prestar juramento y el 29 de diciembre de 1878, el guzmancismo valenciano lanzó un manifiesto que proclamaba la autonomía de Carabobo y desconocía tanto a Valera como al titulado Gobierno Nacional de Caracas y nombraba al general Gregorio Cedeño como jefe supremo de la Revolución Reivindicadora, que según dicho manifiesto, se proponía restaurar la ley, los principios federativos y liquidar la anarquía que amenazaba al país. La campaña se llevó a cabo durante el mes de enero de 1879.
Triunfante el general Cedeño, entró a Caracas al frente de un numeroso ejército el 13 de febrero y proclamó que el movimiento instauraría de nuevo en el gobierno a Guzmán Blanco, quien regresó de París y asumió la presidencia el 25 de febrero. El general Cedeño fue nombrado ministro de Guerra y Marina, cargo al cual renunció a los pocos días por padecer de trastornos mentales y regresó a Valencia. En abril de 1879 fue designado jefe militar del Distrito Sur Occidente, compuesto de los estados Carabobo, Cojedes, Portuguesa y Zamora. A fines de 1881 perdió las elecciones para presidente del estado Carabobo frente al general Hermógenes López. Esta derrota contribuyó a agravar su salud mental, por lo que viajó a Europa en procura de alivio para su enfermedad y de regreso al país, vivió sus últimos años sumido en una tranquila demencia.[2]