Las personas impulsivas suelen ser menos tolerantes que el resto y se alteran con mayor facilidad.

Impulsividad
Normalmente se asocia a la impulsividad con el actuar sin pensar, la respuesta rápida, la impaciencia, la poca tolerancia y el poco control sobre sí mismo. [1]
Una persona impulsiva se caracteriza por:
- Actúa sin pensar.
- Siempre busca vivir experiencias arriesgadas.
- Baja tolerancia al aburrimiento y la frustración.
- Desorganizado.
- Olvidadizo.
- Impuntual.
- Inconstante.
- Actúa de manera inapropiada generando problemas.
- Impaciente.
- Es creativo pero siempre presenta las cosas sin perfeccionarlas demasiado.
- Mal perdedor.
- Suelen interrumpir.
- Poco autocontrol.
- Negativos.
- Desobedientes.

La persona impulsiva suele ser agresiva
Las personas impulsivas funcionales son creativas y audaces, seguras de sí mismas.
Lo ideal es tomar el control de tus impulsos poco a poco, analizar las situaciones que te generan la impulsividad, respirar, pensar en algo positivo, alejarte del factor desencadenante hasta que estés estable y acudir a terapia. [2]