Extracto del informe (2006) realizado por Human Rights Watch, sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela. El informe es especialmente severo con la falta de independencia del poder judicial y las amenazas a la libertad de expresión.
Desde que ganó un referendo nacional sobre su presidencia en 2004, Hugo Chávez y su coalición mayoritaria en el Congreso han adoptado medidas para debilitar la independencia del Poder Judicial del país copando la Corte Suprema con sus aliados. También han promulgado leyes que amenazan seriamente la libertad de prensa y la libertad de expresión.
Varios miembros destacados de la sociedad civil han sido objeto de enjuiciamientos por cargos altamente dudosos, y los funcionarios del gobierno han acusado repetidamente a los defensores de los derechos humanos de conspirar contra la nación. La violencia policial, la tortura y las condiciones penitenciarias abusivas se encuentran también entre los problemas más graves del país en materia de derechos humanos.
Independencia del Poder Judicial
El Congreso de Venezuela propinó un duro golpe a la independencia judicial en diciembre de 2004, al copar la Corte Suprema con 12 nuevos magistrados. Una mayoría de la coalición gobernante, dominada por el partido del Presidente Chávez, nombró a los jueces que ocuparían los puestos creados por una ley aprobada en mayo de 2004, que amplió la composición de la Corte de 20 a 32 miembros. Además de los magistrados nombrados para los 12 puestos, se nombraron cinco jueces más para cubrir las vacantes creadas en los últimos meses, y otros 32 fueron nombrados como magistrados de reserva.
La toma política de la Corte Suprema agravó el daño que ya habían provocado a la independencia judicial las políticas de la propia Corte. La Corte, que ostenta el control administrativo de la judicatura, no ha ofrecido seguridad en el puesto al 80 por ciento de los jueces del país.
Libertad de expresión
Algunas leyes aprobadas desde finales de 2004 han introducido nuevas restricciones onerosas sobre los medios de comunicación. La Ley de Responsabilidad Social en Radio y televisión, aprobada por la Asamblea Nacional en diciembre de 2004, establece reglas detalladas sobre el contenido de los programas de radio y televisión. Por ejemplo, cuando se considere que una estación hace “apología o incite” a la alteración del orden público o emita mensajes públicos “contrarios a la seguridad de la nación” podrán imponérsele duras multas o ordenar la suspensión de las emisiones durante 72 horas; si vuelve a incurrir en un delito, se le puede retirar la licencia de emisión durante un período hasta cinco años. Los términos clave como los antes citados no están bien definidos, lo que invita a una aplicación con motivos políticos. La Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) puede dictar “medidas cautelares” para prohibir la transmisión de contenidos ilegales.
En marzo de 2005, entraron en vigor enmiendas al Código Penal que ampliaron el alcance de las leyes venezolanas sobre desacato, y aumentaron las penas por este delito, la difamación criminal y el libelo. Al ampliar las disposiciones sobre desacato, Venezuela ignoró las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y se resistió a una tendencia a revocar este tipo de leyes en todo el continente.
En julio, el Fiscal General Isaías Rodríguez ordenó una investigación para dilucidar si el periódico El Universal había sometido ilegalmente al organismo que dirigía y al Poder Judicial del país a un ultraje institucional con la publicación de un editorial titulado “Justicia Arrodillada”. En octubre, en un fallo bien recibido, la Corte Suprema concluyó que el editorial en cuestión no constituía de hecho un “ultraje institucional” prescrito por la ley. La Corte señaló, sin embargo, que la Constitución prohíbe el uso de la libertad de información y opinión "con fines de desestabilización de las instituciones democráticas".
Defensores de los derechos humanos y sociedad civil
Los funcionarios públicos y los medios de comunicación oficiales siguen emprendiendo iniciativas para desacreditar a las organizaciones no gubernamentales de derechos humanos. Los funcionarios del gobierno y los legisladores progubernamentales acusaron públicamente a Humberto Prado, coordinador del Observatorio Venezolano de Prisiones y crítico destacado de la política penitenciaria, de iniciar una protesta carcelaria. En enero, se informó de que Prado había recibido amenazas anónimas en su teléfono celular. En marzo, COFAVIC, una reputada organización de derechos humanos, informó de que los medios oficiales habían insinuado que la organización se había apropiado de una parte del dinero pagado por el Estado como indemnización a las víctimas de asesinatos policiales durante las protestas del Caracazo de 1989, una acusación firmemente rechazada por la organización.
En agosto de 2005, el Tribunal Supremo rechazó una petición de otra organización de derechos humanos, PROVEA, para que ordenara que el Presidente Chávez se retractara públicamente de unas declaraciones en las que sugería que ambos grupos estaban participando en una conspiración contra el gobierno apoyada por Estados Unidos.
Durante 2005, la Fiscalía General abrió una investigación criminal contra uno de los abogados de derechos humanos más respetados del país, Carlos Ayala Corao (antiguo presidente de la CIDH y actual presidente de la Comisión Andina de Juristas), por su presunta participación en el fallido golpe de 2002 contra Chávez. El fiscal encargado de la investigación se negó a informar a Ayala de los detalles y el fundamento de la acusación, y un juez respaldó al fiscal cuando Ayala cuestionó la actuación del fiscal. Después de una campaña concertada por activistas de derechos humanos locales e internacionales, el fiscal retiró finalmente los cargos en octubre.
En julio, un tribunal de Caracas ordenó el enjuiciamiento de cuatro líderes de la sociedad civil acusados de traición. La corte ordenó el juicio de María Corina Machado, Alejandro Plaz y otros dos colegas acusados de traición por un fiscal público porque su organización gubernamental, Súmate, habría aceptado fondos extranjeros para un programa de fomento de la participación ciudadana en un referendo de 2004 sobre la presidencia del Presidente Chávez. Fueron acusados, en virtud del artículo 132 del Código Penal de Venezuela, de “conspirar para destruir la forma política republicana” porque Súmate había recibido apoyo financiero del National Endowment for Democracy (NED). Según la NED, una organización financiada a su vez por el Congreso de Estados Unidos, Súmate recibió 31.150 euros, que se destinaron a talleres para educar a los ciudadanos sobre el proceso de referendo constitucional en Venezuela. Si fueran condenados, Machado y Plaz podrían cumplir una pena de hasta 16 años de prisión.
Para ver el reporte completo en formato PDF: Reporte sobre Venezuela.

11 comentarios
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http://anymcbo.timsam.com
Haciendo un análisis algo menos superficial de la situación a enero del 2006, nos encontramos con la última sentencia judicial promovida por la Fiscalía Gral de la República Bolivariana de Venezuela, sobre el caso de la extraña y lamentable muerte del fiscal Danilo Anderson, la cual PROHIBE a los medios de comunicación INFORMAR sobre el contenido del expediente del caso y especialmente sobre la vida privada del supuesto testigo clave promovido por la imparcial Fiscalía (Giovanny Vásquez De Armas).
Por otra parte, se hacen mas evidentes, reiterativas y sistemáticas, las actuaciones administrativas de entes públicos, como: el Ministerio del Trabajo, Cadivi (ente centralizado de cambio de divisas), Seniat (ente admiistrador tributario) y muy especialmente Conatel ( ente administrador de la actividad radioléctrica), iniciadas desde el año 2002 en contra de los canales de Tv privados Globovisión, RCTV y otros medios radiooeléctricos. Con estas acciones administrativas buscan asfixiar la operación y administración de estos medios, persiguiendo como objetivo final la autocensura, que en el caso de algunos medio privados, ya lo han logrado (Cadena Capriles (medios impresos), Venevisión, Televen , etc) .
De de acuerdo a la sentencia inicialmente mencionada, Conatel (ente técnico que regula las telecomunicaciones en el país), puede también imponer procedimientos administrativos a los medios impresos, en relación al caso de la muerte del fiscal Anderson y al supuesto testigo Giovanny Vásquez. ¿que tiene que ver Conatel con los medios impresos ? ¿Quién pudiera explicarlo razónablemente ?.
Todas estas acciones son sin duda parte de un tinglado desarrollado a partir de una estratégia para atacar la libertad de expresión desde flancos no habituales.
Comentarios !
Te aseguro que los profesionales de la revolución no tendrán ese tipo de educación, además tendrán conciencia política capaz de hacer verdaderas reflexiones, basada en la capacidad obtenida de la nueva educación, para discernir con razónamientos lógicos.
Organicense y vayan a votar!!
todo comienza con la educación señores, no solo la educación que reciban nuestros hijos en escuelas, la educación basica, la elemental, sino la que no deberíamos dejar a maestros y profesores: La educación en el hogar, el enseñar a nuestros hijos a pensar por si mismo, a no caer como ciegos en las trampas que se han pensado para dirigirlos como rebaños a lo que mas convenga al gobernante de turno.
¿llegaremos al punto de la obsesión política? sin darnos cuenta que lo mas importante para ser un país digno e independiente, autonomo y libre, libres hasta de nosotros mismos, los que sin darnos cuenta nos dejamos guiar por la fe ciega y a veces hasta por adulación y conveniencia hacia un futuro que desconocemos si es lo que queremos.
Todo comienza por Una persona que se decida a cambiar, optar por lo correcto sobre lo fácil.... El fácilismo es el camino hacia la mediocridad!
Amo a mi pais, estoy segura que no soy la unica, entonces optare por lo correcto.