La Inquisición, iniciada en la Edad Media, fueron un grupo de instituciones de la Iglesia Católica creadas con la finalidad de castigar, condenar, juzgar o sentenciar a las personas que consideraban culpables de herejía y otras conductas contrarias a la doctrina católica.

Actualmente se considera herejía a aquellas conductas que traicionan la fe en Cristo, “es una doctrina que se opone inmediata, directa y contradictoriamente a la verdad revelada por Dios y propuesta auténticamente como tal por la Iglesia”. El hereje ha sido definido así en el código del Derecho Canónico: "Si alguien después de haber recibido el bautismo, aun conservando el nombre de cristiano, niega con obstinación o pone en duda algunas de las verdades de la fe divina que hay que creer, este católico es hereje".
En el ámbito de la Inquisición, la herejía implicaba tener una opinión distinta a la doctrina eclesiástica, específicamente la católica. La herejía era considerada una forma de ofensa religiosa y social, que no se encontraba necesariamente delimitada por reglas claras o leyes precisas, pero que podía abarcar toda una serie de conductas que eran penadas con torturas físicas (y una eventual ejecución en la mayoría de los casos) sin derecho a un debido proceso.
La Inquisición “se creó para perseguir y castigar la herejía, pero en la práctica fue utilizada como un arma de represión religiosa y social. Sus sentencias se ejecutaban como autos de fe y eran llevados a la práctica en olor de multitudes para dar ejemplo y como medida persuasoria”.
Generalmente realizaban reuniones en una plaza central, donde los inquisidores solicitaban que se presentaran de manera voluntaria y confesaran aquellas personas que consideraban habían cometido un acto fuera de las leyes y creencias cristianas. Los que confesaban su herejía por voluntad propia optaban por un castigo menor que a los que había que juzgar y condenar. Los casos se iniciaban de oficio (sin denuncias ni intervención de partes) o dependiendo del territorio podían comenzar mediante denuncias, las cuales podían ser anónimas, sin que el acusado pudiese conocer su identidad o lo cargos por los cuales era perseguido.
Para la época medieval, la herejía era uno de los pecados más grandes que podía cometer una persona ya que era considerado como la traición a la fe de Dios.
Inquisición medieval
La Inquisición medieval fue creada por el papa Gregorio IX desde 1230, esto fue organizado con el objeto de frenar el avance de la herejía de los albigenses en Francia. Esta Inquisición también es conocida como Pontifica o papal.
Los delitos que se castigaban fueron ampliándose, de la herejías medievales, se empezó a juzgar a otros delitos como la bigamia, brujería y blasfemia.
Inquisición española
Iniciada en el año 1478, la Inquisición en España se fundó por los reyes católicos Isabel de Castilla y Fernando Aragón. La Inquisición española perseguía a la herejía, brujos y judíos. Las gitanas eran torturadas y echadas a la hoguera por ser brujas y los judíos por propagar herejías contra el cristianismo.
La Inquisición duró hasta el siglo XIX, donde estuvo bajo el control directo de la monarquía. En la Inquisición española miles de personas fueron sometidas a torturas, en las cuales se les obligaba a admitir la herejía, fuesen o no culpables, algunos de estos torturados terminaban en la hoguera quemados.
Inquisición romana
Creada en 1542, la Inquisición romana fue muy diferente a la Inquisición medieval, debido a que era una congregación permanente de cardenales y otros prelados que no dependían del control episcopal. Esta Inquisición buscaba castigar a organizaciones, corrientes de pensamiento y posturas religiosas que socavaran la integridad de la fe católica, y examinar y proscribir los libros que se considerasen ofensivos para la ortodoxia.
Inquisición portuguesa
La Inquisición portuguesa se inició formalmente en 1536 por el rey Juan III, previo a esta fecha en 1492 el rey Manuel I presionado por sus suegros los reyes católicos, decretó en 1497 la expulsión de los judíos que no se convirtieran al cristianismo. Ésta amenaza produjo numerosas conversiones forzadas.
Torturas
Aproximadamente desde 1184 la Iglesia Católica decidió juzgar y condenar a muerte a las personas pecadoras de las llamadas herejías. Los hombres y mujeres herejes eran llevados a celdas frías y oscuras. El fin de las torturas era conseguir la confesión de los acusados y en gran parte de los casos eran ejecutados.

Flagelación: Se desnudaba al reo hasta la cintura, dejando su torso al descubierto. Una vez hecho esto, el verdugo lo azotaba en la zona descubierta hasta que confesaba, o hasta que terminaba perdiendo el sentido.
El potro: El potro consistía en una tabla, o rueda en muchos casos, sobre la que era apoyado el reo y atado de pies y manos por unas cuerdas que eran tensadas por medio de un torno. Ante las preguntas del tribunal, y obteniendo respuestas desfavorables, se iban tensando progresivamente las cuerdas para infringir dolor sobre el reo. En muchos casos se llegaba a la dislocación de las extremidades.
La cuerda: Esta tortura consistía en una polea que era colgada del techo dentro de la sala de torturas; luego cogían al reo y le ataban las manos a la espalda, con una cuerda que pasaba por la polea. Una vez que estaba bien sujeto, el reo era elevado a dos e incluso hasta tres metros para luego dejarlo caer violentamente. El procedimiento se repetía hasta obtener la confesión, o hasta que el reo quedaba exhausto.
Los carbones: Para esta tortura se utilizaban carbones al rojo vivo, y eran aplicados en las zonas más sensibles del cuerpo. Los carbones eran aplicados mientras se encontraban al rojo vivo, a una temperatura de alrededor de 300 grados.
La bota: Este particular invento, constaba de dos maderas que se sujetaban a las pantorrillas del acusado, y al ser tensadas por un torniquete, se apretaban hasta hacer que el hueso crujiese. Por supuesto los condenados no contaban con tanta suerte, y hasta que el hueso se rompía, debían pasar largas horas de tortura.

La cabra: Uno de los más originales y perversos de todos los métodos empleados era el de la cabra. Consistía en bañar los pies del reo (que se encontraba atado) en agua salada. Acto seguido, se le acercaba una cabra a los pies. El animal comenzaba su lenta tarea de pasar su rugosa y áspera lengua lamiendo la planta de los pies del reo y, sin detenerse, seguía repitiendo este acto hasta que desollaba la piel, la carne y llegaba hasta el hueso. Esto aseguraba dolor no solamente en el momento de la tortura, sino que cuando el reo era llevado a su celda, no recibía ningún tipo de atención sanitaria. Por lo que no era raro que estas heridas se infectaran, y en muchos casos provocaran la muerte.
El agua: La tortura del agua consistía en poner un embudo en la boca, y se les hacía ingerir grandes cantidades de agua hasta casi reventar.
Cronología
Inquisición | Fecha | Notas |
Inquisición medieval | Inició en 1184 | En la Iglesia primitiva la pena habitual por herejía era la excomunión. En la Inquisición medieval los herejes empezaron a ser considerados enemigos del Estado. Fue entonces cuando San Agustín aprobó con reservas la acción del Estado contra los herejes, aunque la Iglesia en general desaprobó la coacción y los castigos físicos. |
Inquisición española | Inició en 1478 | Los reyes Isabel de Castilla, y Fernando de Aragón establecen en España a partir de 1478 y que fue independiente y diferente de la del resto de la cristiandad. Sin embargo, en España también funcionó la Inquisición Episcopal y la Inquisición Pontificia. |
Inquisición romana | Inició en 1542 | Esta Inquisición buscaba castigar a organizaciones, corrientes de pensamiento y posturas religiosas que socavaran la integridad de la fe católica, y examinar y proscribir los libros que se considerasen ofensivos para la ortodoxia. |
Inquisición portuguesa | Inició en 1536 | El primer acto de fe tuvo lugar en Lisboa el 20 de septiembre de 1540.En 1560 se estableció un tribunal de la Inquisición en Goa.La Inquisición portuguesa fue abolida por las Cortes Generales en 1821. |
El caso de Galileo Galilei
En Italia, a finales de 1632, el conocido astrónomo Galileo Galilei (1564-1642) fue condenado por la Inquisición a prisión de por vida debido a la publicación de su teoría heliocéntrica, que situaba al Sol en el centro de todo, en contra de la creencia católica que situaba la Tierra como el centro del universo. Galileo fue conminado a abjurar de sus ideas, cosa que se vio forzado a realizar. Luego de la abjuración de Galileo, el papa conmuta la prisión por arresto domiciliario de por vida.
Es en este momento, luego de la abjuración de Galileo sobre su teoría heliocéntrica que se le atribuye la famosa frase «Eppur si muove» («Y sin embargo se mueve»).
Actualidad
Hoy en día existe una gran polémica sobre la verdad histórica de la Inquisición. El papa Juan Pablo II en el año 2004 vuelve a pedir perdón por segunda vez por la dolorosa experiencia de la Inquisición. Luego de una larga investigación histórica reconoció los abusos por parte de la Iglesia católica. Sin embargo, dijo que hubo muchas exageraciones en esta leyenda negra.
Muchos fueron los historiadores y periodistas que realizaron investigaciones y preguntas al papa II sobre la verdad de la Inquisición. La periodista venezolana Marina Jacinto, luego de la apertura de los Archivos del Vaticano sobre el tema de la Inquisición comenta lo siguiente: “Los resultados publicados en las actas de los estudios vaticanos indicaron que había muchos mitos que desmontar en nombre de la verdad histórica”.
“En primer lugar, las actas indican que las torturas, los autos de fe (muerte en la hoguera), entre otros castigos para los feligreses condenados por estos tribunales eclesiásticos no fueron tantas como el imaginario colectivo supone, ya que la abundante literatura anti-Inquisición publicada en los países protestantes abultó sobremanera las cifras.
Descubrimientos estadísticos
“La tortura”, continúa la Periodista, “no fue tan frecuente como se ha creído, pues las actas señalan que la Inquisición torturó en el 10% de los casos. Se menciona que morían más presuntas brujas en los países protestantes a manos de los tribunales civiles, que en países católicos a manos de la Inquisición. Ésta quemó por supuesta brujería a 59 mujeres en España, 36 en Italia y 4 en Portugal, mientras que en Europa los tribunales civiles juzgaron por el mismo delito a cerca de 100 mil mujeres. De ellas 50 mil fueron condenadas, 25 mil sólo en Alemania, en la pira purificadora, durante el siglo XVI por los protestantes seguidores de Martín Lutero”.
No obstante, la Inquisición fue un hecho histórico documentado, y reconocido por la Iglesia.
Con colaboración de MN.
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