El 25 de julio de 1819, la Batalla del Pantano de Vargas abrió puertas de la victoria a los ejércitos patriotas.
Batalla del Pantano de Vargas. El 25 de julio de 1819 el ejército de los patriotas se enfrentaron a los españoles y los vencieron, gracias al arrojo de la caballería llanera encabezada por el coronel Rondón.
Este enfrentamiento se llevó a cabo cerca del municipio Paipa. El ejército Venezolano-Granadino al mando del comandante Simón Bolívar planeaba cerrar el paso a todas las tropas de José María Barreiro que iban directo a la ciudad de Bogotá, esta batalla resulto difícil para los hombres de Bolívar, quienes casi son derrotados.

Los patriotas habían aumentado sus efectivos a 2600 hombres, por lo que Bolívar decidió llevar a su tropa por el camino del Salitre de Paipa para atacar al enemigo por su espalda y forzarlo a abandonar su defensa. A las horas del combate la derecha realista desaloja la izquierda patriota de la altura del este que tenía Santander, pero bolívar organiza un contraataque con las tropas vanguardistas dispersas recuperando nuevamente el terreno. El jefe realista, para repelerlos y acabar de una vez por todas, utilizó el resto de sus tropas. Toda los patriotas tenían al enemigo muy cerca, fue entonces cuando Bolívar escogió el momento para lanzar la tropa fresca, sin embargo los españoles seguían en la lucha, lo que hacia incierta la suerte de la batalla.
Al ver el Libertador la inminencia de la derrota se volteo hacia el jefe llanero
Coronel, gritó, ¡Salve usted la patria! a lo que el intrépido coronel contestó “es que Rondón no ha peleado todavía”. Rondón, un negro, hijo de esclavo, electrizado, se desprendió como un resorte largamente comprimido y descendió, a galope tendido y con lanza en punta, por la colina, en dirección de la batalla. Detrás de él, catorce llaneros arrastrados por el ejemplo y la voz: “¡Que los valientes me sigan!” clavaban las espuelas sobre sus monturas. Catorce fieras que surgieron en el medio de las filas enemigas para perforar con sus lanzas a los infantes espantados que rápidamente fueron sumergidos por el resto de la caballería llanera que siguió de cerca la heroica carga de Rondón.
Así fue como se dio por culminada la batalla en el Panpatano de Vargas, acreditándole la victoria a Bolívar y su ejército gracias a la ayuda de Rondón. Al verse los españoles derrotados se regresan a Paipa y a Molinos de Banza, mientras que el ejercito de los patriotas se aloja en el campo y el 26 de julio retrocede a sus posiciones de Corrales de Banza.
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