La penúltima batalla de la independencia latinoamericana se llevo a cabo en el territorio del Perú (último bastión de las fuerzas realistas). La Batalla de Junín fue realizada el 6 de agosto de 1824. Con esta batalla se consolidó la independencia del Perú.
En 1820 desembarca en Lima Perú proveniente de Chile, José de San Martín, Libertador de América de sur (Argentina y Chile), con su expedición libertaria y en 1821 programa la independencia del Estado Peruano, bajo su protección se forma el primer congreso del país. En 1822, Simón Bolívar se encuentra con José de San Martín. La geopolítica de la región fue el tema de conversación del histórico encuentro de Guayaquil. Después de esta reunión San Martín pone a las órdenes de Bolívar el glorioso regimiento de Granaderos de Caballos
Le virrey del Perú José de la Serna (máximo representante del Imperio español en la zona) todavía mantiene el control del alto Perú y a logrado reunir un ejército de 18 mil hombres con los cuales ganó la Batalla de Ica (Batalla de Macacona) el 7 de abril de 1822 y la Batalla de Moquegua el 21 de enero de 1823.

Alto Perú
Las fuerzas realistas mantienen el control de la zona de alto Perú (Bolivia) y sur del Perú gracias a la habilidad del Capitan General José de Canterac. José Canterac había logrado hacer retroceder a las tropas de San Martín debilitándolas de manera importante y por un prevé periodo de tiempo logro hacerse con Lima.
Para ese momento las tropas del ejército patriota contaban con 8 mil Hombres.
En una jugada del destino, una sublevación en el Alto Perú dirigida por general realista Olañeta obliga al virrey De la Serna a dividir las tropas de Canterac y le presenta la oportunidad de Bolívar de atacar a Canterac.

En 1824 el Libertador Simón Bolívar en análisis de las posibilidades le escribe a Santander a Colombia.
“La verdad sea dicha. Si Ud. no me manda 3.000 hombres con 1.000 llaneros, armas y municiones, crea Usted que Canterac conquista a Colombia; Canterac es un gran militar y tiene 10 o 12 subalternos admirables”. -–Simon Bolivar
En Junio de 1824 el Libertador toma rumbo junto a las sierra central del Perú junto a su ejército de a la búsqueda del ejercito de Canterac el cual encuentra en el Lago de Junín un sitio con unas condiciones geográficas difícil un valle estrecho entre una montaña y un lago de tierras anegadas. La batalla comenzó en la mañana con carga del bando libertario y las cuales fuero resistidas y rechazadas por el ejercito de Canterac ya la tarde la superioridad realista muy bien parada en el campo de batalla de era evidente.
Conversación del campo de batalla de Junín según el coronel Manuel Antonio Lopez:
- General Lara -¿Que hay, general?
- El Libertador -Que ha de haber, que nos han derrotado nuestra caballería.
- General Lara -¿y tan buena así es la del enemigo?
- El Libertador -Demasiado buena, cuando ha derrotado la nuestra.
- General Lara -¿Quiere usted que yo vaya a dar una carga con esta caballería?
(señalando a los arrollados) - El Libertador -No, porque eso sería quedarnos sin caballería para concluir la campaña.(...)
Bolívar desde una colina cercana analizaba y comandaba la batalla, enviado ordenes a las escudras. Alfrente de estas escuadras poseía gente muy experta en batalla y de amplia experiencia como el general Ingles Miller, el comandante Carlos Sowersby y el oficial Alemán Grande Armée de Napoleón. Conocedores de las artes militares.
Un desliz o tal vez confianza ya cayendo la tarde, monta a Canterac a la cabeza de sus tropas para realizar una carga y terminar de arrollar a lo que parecía un maltrecho ejercito patriota, esto expandió la defensa realista y dio la oportunidad de que el General Miller y su Húsares del Perú sorprendieran desde un franco y fracturaran la cohesión realista permitiendo desmembrar la batalla en pequeños focos de hombres combatiendo cuerpo a cuerpo. Donde los patriotas lograron la Victoria.

Esta fue una victoria de importancia estratégica que hizo retroceder el avance realista y los replegó en Cuzco. La Batalla de Junin consolidó la independencia del Perú que luego sería finalmente concretada en la Batalla de Ayacucho, que a su vez fue la última gran batalla por la independencia hispanoamericana y marcó el final del colonialismo español en Sur América.
Edición menor por MN.